LAMENTO DE LA NOCHE


Quisiera haberte visto ayer
Acabado, incoloro, o lleno de vida
Cuando aún no existías en mí.
Donde fuera, como fuera.
Quisiera haberte visto ayer
Caminar sobre cristales
Arrastarte por el barro
Feliz entre ortigas y cardos.
Quisiera haberte visto ayer
Con tu mirada inocente
Espejo de pureza, casi santa,
¿Santa? ¿A cuento de qué?
Quisiera haberte visto ayer.
Hoy llegas tarde,
He de marcharme sin verte,
Sin saber de ti,
Sin poder mirar a través de tu mirada
Sintiendo no haberte conocido.
Tal vez otro día tengamos la ocasión,
Ese momento cumbre de la esperada amistad
Cuando tú me necesites
Cuando te sientas capaz de ayudarme.
Quisiera haberte visto ayer
Amigo que no fuiste
Haberte conocido ayer
Nos habría salvado la amistad.

“AY MADRE, SI PUDIERA...”


Ay madre, cuanto tiempo de silencio.
Cuánto espacio sin llenar.
Ya los arbustos florecen
Y el cielo está azul.
Ya cantan los niños en la escuela
Ya saltan, ya corren, ya son ellos otra vez.
Se acabó el invierno
Y sin embargo sigue lloviendo
Y sigue el viento y el mal tiempo.
Aun, yo, estoy de invierno.
Ay madre, cuánto tiempo de silencio.
Cuánto espacio sin llenar.
Las sonrisas brotan desde dentro,
La mar está de fiesta.
Vuelven las estrellas a brillar,
Vuelven a ser de colores nuevos.
Se acabó el represivo sueño
Y sin embargo hay oscuridad
Y tristeza, y desesperación.
Aun, yo, estoy de sueño.
Ay madre, cuánto tiempo de silencio
Cuánto espacio sin llenar.
Yo quiero cantar
Y acabar con el invierno.
Yo quiero ser el niño arbusto
Y quiero ser bandera.
Quiero, como la mar, estar de fiesta.
Ay madre, si pudiera...