Actualidad en Isla


Operarios en labores de sangrado previas al despiece.  
En Isla, pese a la creciente escalada de fenómenos adversos y por consiguiente el mal tiempo, hace ya varias lunas que los hidroaviones extranjeros consiguen amerizar con éxito en la bahía de La Baja, cerca de Villa Dunas. Cientos de ellos llenan los hostales y posadas atraídos por la insular gastronomía.


El desarrollo de la industria cárnica local, pionera en el aprovechamiento integral de cadáveres humanos para la alimentación, pasó en su momento de ser vital para el auto abastecimiento a constituir el motor de la economía de Isla al sustituir el sol y la playa como atractivo reclamo de visitantes foráneos.
El aumento exponencial de la demanda se resolvió en un primer momento con la autorización al matadero local para sacrificar a todo individuo adulto incapacitado para el trabajo, con agotadas facultades reproductivas o condenados por alterar el orden establecido. Además es aprovechado todo el material humano transeúnte que pierda el último vuelo de los martes o se quede sin recursos económicos para costear la estancia en Isla. Estas medidas implementadas por la Sociedad Mixta vienen aportando buenos resultados, toda vez que los desarrollos tecnológicos han permitido optimizar con extrema eficiencia la transformación de los cadáveres en Derivado Proteico Humano de altísima calidad, con costes muy reducidos tanto en la obtención de la materia prima como en su transformación y mercadeo.

Lo que otrora hubiese constituido causa de alegría hoy es motivo de pesadumbre entre los regentes gubernativos y los agentes más destacados del tejido emprendedor de Isla. Hace algunas lunas que los visitantes comienzan a superar a los residentes en número, lo que esta ocasionando desajuste considerables en la prestación de servicios dada la escasez de manos productivas.
Por cada gourmet que recala en busca de posada y fonda en este paradisiaco peñasco atlántico, son necesarias al menos dos manos, una que condimente, hornee y emplate el DPH. Unas veces con mojo hervido y papas lustradas con plasma deshidratado, otras con reducción de sudor a las gruesas yerbas del subtrópico. Otra mano debe servirlo en refinada loza importada del viejo mundo por Don Liberato, la jugosa proteína requiere siempre de manos que le proporcionen valor de uso. Escasean en Isla manos que transformen la materia prima, escasean manos que mercadeen y escasean las que airean sábanas y colchones.
Otro de los desajustes detectados consiste en las instalaciones de hospedaje. Vetustas casonas construidas antes del mal tiempo se muestran poco adecuadas a estos nuevos tiempos, sobran piscinas y soláriums y faltan fogones y comedores. Los aposentos desconchados, las cañerías obstruidas y el mobiliario desvencijado restan valor al producto y ponen en grave riesgo la principal industria de Isla.
Por cada huésped se necesita una cama bien equipada, en posada mejor estrellada. Hacen falta posadas que cumplan los requisitos de calidad fijados en los acuerdos internacionales sobre alojamiento y confortabilidad para personas de bien y familiares cercanos.

Preocupa que la demanda de servicios no pueda ser debidamente atendida dado el escaso volumen de manos, muy menguado tras la reconversión productiva promovida cuando comenzó el mal tiempo. Alarma el estado de las infraestructuras y el mantenimiento de las mismas. No obstante lo que realmente es comidilla diaria en el Casino son los escasos recursos económicos del estado para hacer frente a la resolución de estos problemas.
-¡Vamos a ver como hacemos frente a lo que se nos avecina! Masculla el orondo presidente del equipo de fútbol. Yo puedo hacerme cargo de la seguridad, pero es necesario flexibilizar el mercado laboral y permitir que los cocineros monten guardia en las garitas mientras se hace el puchero.
-Lo que hace falta es adelgazar el estado. ¿Qué necesidad hay de que un cocinero sepa leer? ¿Que una camarera conozca el pensamiento de Aristoteles? Preguntas que son sentencias en boca de Don Eutanacio.

Los tertulianos defienden que cada habitante superviviente de Isla aporte algo más que sus manos en horario tradicional y realice un aporte doble de fuerzas, detrayéndolo del tiempo destinado a la holgazanería y a las actividades reproductivas. Excluyendo, por supuesto, aquellos que demuestren capacidad emprendedora en linea con los estándares marcados por las buenas costumbres y conspicuos conocedores de la Ley del Valor.
En el casino, las damas en corrillo plantean imponer la obligatoriedad de la lugareñas a ser fecundadas en tiempo de trabajo por quien así lo desee, excluyéndose en este caso a todo aquel que tenga encomendada labores productivas o de la escala comercial. ¡No es cuestión de malgastar energías ni tiempo! Espeta jubilosa Doña Liberata, Mientras otra dama, procuradora en palacio, comenta por la bajo lo mal dotado que anda últimamente el servicio.
Para la regeneración de la planta alojativa se hace necesaria la confiscación de bienes raíces de todo aquel que no posea de forma directa medios de producción y/o capacidad de acumular riqueza, propone el presbítero de la catedral.
Pocos apuestan, en la alta sociedad de Isla, por continuar con el modelo, los más por innovar. Se plantea la perentoriedad de que se permita materializar la RIC en el vecino continente, esto permitiría reproducir capital de forma efectiva. Por otra parte, a decir de los expertos, el continente es una fuente inagotable de materia prima para el DHP y de manos para la cadena productiva.

Molesta en el seno de los mas granado de la sociedad la insistencia de Don Presa en hacer públicas sus intenciones de dedicarse al negocio de los carburantes sin contar con ellos y asociándose con extranjeros. ¡Faltaría más! ¡Aquí o follamos todos o la puta al pozo! Gritan por los rincones Faycanes y Menceyes mientras amenazan con ejercer su derecho a independizase y asociarse libremente con el Reino del Más Allá.

La miseria en que viven numerosos lugareños 
los empuja a la caza furtiva.
Mientras esto sucede en los salones, el populacho de Isla es arengado por una élite de oportunos reformistas que proponen innumerables recetas para modificar la elaboración de DHP. Las que mayor aceptación van teniendo son las encaminadas a reducir el dolor en los sacrificios del matadero, la dosis básica de subsistencia para lugareños a cargo del estado, y la creación de un banco público que no compita con los bolsistas y financieros de buena familia.

No se vive mal en Isla, peor lo pasaron los niños del Biafra y ahora se bañan en petróleo.

PS.: Ver Crisis en Isla

Preguntas


Despertó la mañana, una mañana de las que anuncian el fin del verano. Calurosa, húmeda y a la vez gris, premonitoria de un otoño de desasosiegos y angustias.
Una libra de vino y par de yemas frescas, dos cucharadas de azúcar, un café fuerte y la escarcha de cada día en el pecho, energético y fugaz desayuno para enfrentar otro día.
Desde los llanos rasurados llegó el aroma cansino de la paja seca, por la solana bajaron los vencejos anunciando viento y por la umbría los riscos supuraron las ultimas gotas del llanto nocturno.
Arrojo la cuchara con desden sobre la mesa anunciando el hastío de quien ha devorado casi todo sin llegar a saciarse. ¿Quizás sea la señal del fin? ¿Acaso un nuevo principio?
Ventana al otro lado



Premonición


Amaneció, como suelen hacerlo los días de invierno, con tímidos rayos de luz atravesando la neblina. En lo alto del lomo de la Morisca un viejo escarba entre las yerbas buscando jaramagos, más abajo casi llegando a los lavaderos unos chiquillos corren entre los charcos. En la Muralla, posados en un acebuche centenario los capirotes cantan y los mirlos alzan el vuelo mientras otean desde el aire la comida fresca que les proporcionará el llano recién arado. Por el camino de las Haciendas una mujer corre tras el viento que se lleva el último aliento de su primogénito. Cuando la mañana llega por fin a las puertas de la casa el silencio da paso al llanto.
El mensaje fue tranquilizador.
      -Por su aspecto no debió sufrir. ¡Que descanse en paz!
      -Por fin se acabó el invierno. ¡Ahora descansa en paz!
En la ventana de su cuarto dejó cuanto poseía y lo dejo para que la semilla cubriera los campos que él nunca supo cultivar.
Ventana de sueños

De cuando Jacinto quiso descansar por siempre



Era Jacinto hombre de talle grande, un hombre hecho para trabajar el campo, lo cual no quita para que desde tempana edad cosechara fama de gandul.

Con siete años recién cumplidos, fue por primera y última vez a la escuela, y las primeras palabras de la maestra le cayeron como un jarro de agua fría:
  • Buenos días mis queridos niños, estamos de enhorabuena hoy. Comenzamos un nuevo curso y además este año nos acompaña Jacinto, que finalmente, ha aceptado estar con nosotros. Vosotros ya conocéis las primeras letras y a él le espera un duro trabajo para ponerse a vuestra altura. Es por ello que os solicito vuestra colaboración, la cual será felizmente recompensada. A Jacinto darle la bienvenida e indicarle que el camino está lleno de obstáculos que con tesón, esfuerzo y mucho trabajo serán salvados sin dificultad.1

Todo esto lo recitó Doña Pilar casi sin tomar aliento. Lo que asustó más a Jacinto que el contenido del discurso, pues lo único que alcanzó a comprender fue lo del esfuerzo y el trabajo.
Jacinto se levantó y mientras apretaba el cordel que hacia de cinturón pronunció su particular alegato:
  • Yo creo que esto de la escuela no es para mí y para quitarme de lios me voy para el barranco. Que mi madre me dijo que si no me gustaba que me fuera con tío Antonio.

Y sin más salio de la escuela como alma que lleva el diablo.

Paso algún tiempo trasteando con tío Antonio en el molino hasta el día que éste le dijo que para remover la tostadera sobraban brazos. Que los suyos ya estaban preparados para cargar la molina y apilar el rollón y el gofio.

Ya no volvió al día siguiente y comenzó a frecuentar el cafetín de Paco.
Allí hizo amistad con Genaro, un antiguo feriante cuya única ocupación era la de sepulturero.
Genaro le contaba historias de sus correrías por las fiestas y ferias de todas las islas. Le hizo ver que el mejor trabajo de un hombre era el de enterrador, a fin de cuentas no morían más de seis vecinos al año y el cementerio lo limpiaban las mujeres de la parroquia.
Con las perras que le daba el cura y cuatro recados más, tenía asegurado el pan y el vino.
Fue tan fuerte la amistad que contrajo, que se convirtió en la mano derecha de Genaro, hasta el punto de convertirse en el favorito para sustituirle cuando éste faltara.
Lo que no tardó en suceder.
Un viernes después una partida de envite, Genaro se encaminó al cementerio para dormir la borrachera.
No llegó por propio pie pues al saltar la acequia de la cumbre cayó por el precipicio y fue a dar con la cabeza en una tosca que diseminó todas sus ideas ladera abajo.
Jacinto con apenas quince años fue el encargado del enterramiento.
El primero y el último porque se dio cuenta de que no solo había que enterrar al difunto sino abrir la fosa. Esto le llevó casi tres horas y aquellas costillas poco acostumbradas a doblarse no pudieron resistirlo, de modo que pasó una semana sin levantarse de la cama.

La madre, viuda desde hacía diez años, no daba crédito.
Ella le había permitido vagar por considerarlo niño, pero ya llevaba pantalón largo y creía que era hora de buscarle empleo, y vista la reacción del muchacho, después de unas horas tirando del pico y la pala, se temía lo peor.
No se equivocaba.
Pocos días después Jacinto hizo saber a su madre que él no había nacido para el trabajo, que a fin de cuentas para una hogaza de pan y un vaso de vino siempre había una beata dispuesta a dar limosna.
Y fue como Jacinto inició su carrera como mendicante oficial del pueblo y de otras parroquias vecinas.

Pasó el tiempo y con su madre difunta no le quedó ni tan siquiera un techo bajo el que cobijarse de modo que terminó viviendo en una cueva cercana al molino.

Su vida desde entonces transcurrió en un ir y venir de isla a isla acompañado a los feriantes.
Trabajar lo que se dice trabajar , no trabajaba, hacia algún recado y se apostaba en cualquier esquina para recaudar limosna.

Pasados cincuenta años regresó al pueblo con menos pertenencias de las que poseía el día que se fue.
Su idea acerca del trabajo no había variado un ápice ,sin embargo, debía buscar la forma de salir adelante. Tal vez el puesto de sepulturero estaría vacante.
Al fin y al cabo ahora los enterramientos se hacían en nichos y no era necesario abrir la fosa.
Preguntó a un joven guardia urbano. La respuesta fue contundente.
  • De eso se encarga una compañía de la capital.
El pueblo había cambiado y ya no era fácil obtener unos cuartos para pan y vino.
El cafetín de Paco ahora estaba ocupado por una oficina de desarrollo local lo cual lo empeoraba todo, pues los lugareños echaban las partidas de cartas en el local social, donde lo más fuerte que se despachaba era agua con gas.
Habían abierto un bar junto a la plaza, en el que los camareros llevaban delantales a modo de faldas y el vino se servía en las mesas siempre acompañado de buena manduca.
La gente le miraba de reojo y, exceptuando a los más viejos, no reconocía a nadie.
Él era también un desconocido.
La cueva estaba tapada por la maleza y a causa de los últimos inviernos, especialmente lluviosos, parte del techo se había derrumbado.
No quiso entrar, dio media vuelta y se encaminó hacia la acequia de la cumbre.

Retiró el cordel que hacía de cinturón y lo pasó por una de las ramas de la vieja higuera de tío Antonio.
Al rato volteaba por la ladera hasta pararse en las tuneras del barranco.
Cuando hacía lo posible por levantarse, pasó por el camino Lolina, la de Angelito.
¡Qué vieja estaba! Pensó mientras la mujer le preguntaba:
  • Jacinto mi niño ¿Qué hace en las tuneras?
  • ¡Cállese Lolina! Que me quería ahorcar, me llené de espinas y encima casi me mato.
1 La maestra, Doña Pilar era de origen español oriunda de un pueblo de la meseta, con posible localización entre Despeñaperros y los Pirineos.

ORTOGRAFÍA [☭ ☆]


Hoy vamos a estudiar ortografía .
Observen los signos de interrogación y de admiración:
-Si no tomas la calle, ¿cómo piensas liberarte?
-Ante la opresión, ¡En pie, famélica legión!
APRENDE
LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN (¿?) SE ESCRIBEN AL PRINCIPIO Y AL FINAL DE LAS ORACIONES EN LAS QUE SE FORMULA UNA PREGUNTA DE MODO DIRECTO.
Ejemplo1.
-¿Por qué la tierra es del señor?
 
A VECES, EL SIGNO QUE ABRE LA INTERROGACIÓN SE COLOCA EN MEDIO DE LA ORACIÓN, PORQUE ES DONDE COMIENZA REALMENTE LA PREGUNTA.
Ejemplo2.
-Mamá, cuando sea mayor, ¿tendré trabajo? 
APRENDE
LOS SIGNOS DE ADMIRACIÓN (¡!) SE ESCRIBEN AL PRINCIPIO Y AL FINAL DE LAS ORACIONES QUE EXPRESAN SORPRESA, ALEGRÍA, TRISTEZA, INDIGNACIÓN, PESAR ...
Ejemplo3.
-¡Viva la clase obrera!
A VECES EL SIGNO QUE ABRE LA ADMIRACIÓN SE COLOCA EN MEDIO DE LA ORACIÓN, PORQUE ES DONDE REALMENTE EMPIEZA LA EXCLAMACIÓN.
Ejemplo4.
-Escucha patrón, ¡ni una máquina se mueve sin nuestro trabajo!
RESUMEN
Los signos de interrogación ¿ ? y exclamación ! ¡ 
NO son obra de nuestro señor. Cuando se juntan son la Revolución.

PRACTICA
Organizate y lucha.  Combinando adecuadamente  ¿ ? ! ¡ da como resultado