¿Trabajo en Alemania para un albañil en excedencia?
Hace ya más de treinta años que llené un morral con un par de pantalones, unas camisas, algo de ropa interior de adentro (como diría Pepito Monagas) y en el coche de hora dejé mi barranco para asentarme en la capital. Mi abuela, que años antes había seguido a mis tíos, me preparó una cama y me dio comida. Pronto encontré trabajo en la construcción, dejé Utiaca , pues las autoridades aconsejaban movilidad para lograr empleo y de esta forma ayudar en el desarrollo de “nuestra economía”, y miren por donde el trabajo que me salió me obligaba a trasladarme a diario a Valleseco. Pasé el otoño y el invierno trabajando de peón en la obra del chalet de un señor que habitualmente residía en Tafira, quien seguramente movido por el interés general y lo de la movilidad, quería aportar su granito de hormigón al desarrollo de “nuestra economía”. Llegó la primavera y solo quedaba trabajo para una cuadrilla de pintores, para mí y otros compañeros una especie de ERE que nos obligaba a visit...